lunes, 17 de diciembre de 2012

Artista, artesano, científico

Un tema que desde siempre me ha resultado apasionante es la evolución del conocimiento. La forma en que el hombre fue aprendiendo a través del tiempo. Este conocimiento adquirido a través de los años debe hacerse presente en nuestra vida cotidiana. Alguien debe conjurar todo aquello que sabe y conoce para dar lugar a una creación que nos aporte algo. Esta suerte de hechiceros son, según mi parecer, los artistas, los artesanos y los científicos.
En este texto quisiera exponer algo que creo que el sentido común desconoce: el trabajo conjunto que realizan estos tres actores. También quisiera hacer una aclaración: cuando hablo de científicos no me refiero solamente a las ciencias duras como puede ser la matemática o la física; sino también a las ciencias políticas, sociales, económicas, etc. Si bien mis ejemplos pueden estar más asociados a ciencias duras porque son las que mejor conozco.
En la sociedad se ha desperdigado la idea de que el arte y la ciencia son prácticamente antónimos. Tal vez sea una consecuencia de los estereotipos que se asignan a un artista y un científico. El primero: una persona sensible, soñadora, desestructurada. El segundo: práctico, realista y metódico.
Pues bien, permítanme comentarles algo: no hay forma de escribir una canción si uno no se plantea un método para hacerlo. No hay manera de escribir un libro, si no se sigue una determinada estructura. Y por muy soñador que uno sea, las esculturas se hacen con dos elementos furiosamente concretos: masa y cincel. Sirvan estos ejemplos para demostrar que el artista no carece de las aptitudes que suelen ser asociadas con los hombres de ciencia.
De la misma manera se puede decir que si un científico no se desestructura, jamás encontrará una nueva teoría, ni podrá refutar una teoría anterior. Si no se permite soñar, no podrá idear invenciones originales. Y finalmente, si no utiliza su sensibilidad no podrá crear cosas que sirvan a la humanidad.
Si bien está claro que se requieren aptitudes diferentes para ser artista o científico, también es claro que hay ciertas aptitudes que están más asociadas al proceso creativo que al objetivo de tal proceso. Dicho de otra forma: hay aptitudes propias de la creación, que se utilizan tanto para crear arte como para crear ciencia. Este es el primer punto que une a artistas y científicos.
Puede que a esta altura se estén preguntando qué pasa con los artesanos. Solo a modo de aviso les comento que entrarán en este texto recién al final, una vez que hayamos definido el papel que juegan nuestros dos primeros actores.
Veamos entonces de qué forma interactúa el arte y la ciencia. Para esto voy a proponer la siguiente idea: el arte es como una linterna que ilumina lugares oscuros del conocimiento. El artista utiliza su sensibilidad y su intuición para detectar conocimientos que aún no fueron alcanzados por la ciencia. Al artista poco le importa asociar este conocimiento que intuye con toda la parafernalia propia de las divulgaciones científicas. Por eso, sin detenerse a pensar en el por qué o el cómo, genera una obra inspirada por este nuevo conocimiento. De esta manera va dejando pistas a la ciencia, para que la ciencia sepa hacia donde dirigir sus esfuerzos y pueda hacer pie en las pequeñas luces que el artista va poniendo.
El buen científico toma del arte el entorno que necesita para desarrollar su creación. Así como el artista se inspira en el conocimiento que intuye, el científico se inspira en la obra del artista. Formando una cadena virtuosa que da como resultado un nuevo descubrimiento o una nueva teoría o un nuevo invento que nos sirve para mejorar.
Voy a dar algunos ejemplos.
Uno muy claro se encuentra en la literatura de Julio Verne. Verne fue capaz de imaginar artefactos que aún no existían, sin lugar a dudas los dos más sorprendentes son el submarino y el módulo lunar.
Hay un tango que interpretaba Julio Sosa que se llama "Levanta la frente" donde habla de una mujer que quedó embarazada estando soltera. Esto decádas atrás era una enorme vergüenza. Sin embargo el autor de esta letra iluminó de alguna manera un conocimiento que poco a poco fue adoptado por la sociedad: no es ninguna vergüenza ser madre soltera. Este conocimiento pasó del arte a la ciencia y de la ciencia a la sociedad.
Un ejemplo más abstracto se puede ver en la necesidad de la existencia de la pintura o la arquitectura para transformarse en la razón de ser de la geometría.
Otra simbiosis ciencia-arte está presente cuando los abogados o incluso los jueces basan sus opiniones en cuestiones que se ven en una película.
Creo que el punto al que quiero llegar está alcanzado. Ahora me han quedado en el tintero los artesanos. Veo a los artesanos como un punto de unión, un eslabón central entre la ciencia y el arte. El artesano no se especializa en ninguno de los dos extremos. Conoce el arte y la ciencia como un aficionado, y es capaz de fundir este conocimiento y, de esa manera, realiza sus creaciones. Los oficios típicos de artesano serían: herrero, alfarero, albañil, cocinero, etc. Como todo eslabón del medio es necesario para mantener unida la cadena. Me declaro un poco incompetente para pensar al artesano como puedo pensar a un artista o a un científico, sin embargo, permítanme utilizar la intuición del artista y afirmar que el artesano cumple con un rol de importancia equivalente a los actores de las ciencias y las artes. Se me ocurre que su papel es el de servir como banco de prueba de todo aquello que proveen artistas y científicos.
Para culminar quisiera hacer un llamado a trabajar todos juntos por la evolución del conocimiento. A sentir que somos parte importante de esta maquinaria que hemos creado en siglos de historia. Como ya expuse en otro post, los logros tienen características sociales, somos todos juntos los que empujamos el carro de la evolución. Algunos iluminados consiguen sobresalir con ideas originales, pero estas ideas son inspiradas por el conjunto de la humanidad. Sepámosnos viajeros importanes de este viaje. Entendamos que todo lo que hacemos es trabajar en conjunto. Un poco esta es la idea de este post, demostrar que aunque dos tareas parezcan diametralmente opuestas, se unen en algún punto como las dos caras de una misma moneda.

3 comentarios:

  1. Me gusta la reflexión, a decir verdad todos hacemos ciencia en cada acción cotidiana que realizamos.

    Aunque los limites son muy difusos en muchas categorías. ¿Cuando pasa un herrero a ser un artista? sin siquiera pedir la imposibilisima tarea de definir el arte.

    Creo que como dijo, la ciencia ficción es el mejor ejemplo de esta unión y de la ciencia puesta "objetivamente" como parte del proceso creativo.

    No se mucho del tema la verdad, más que de ver a Sagan, pero me da la impresión de que la ciencia entendida en estos términos es parte del aparato opresor, y que difundirla es esencial para cambiar el paradigma en el cual se mueve. No?

    Un abrazo grande.

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    1. La definición siempre es una tarea ardua, pero necesaria me parece. Pero es cierto que siempre es insuficiente.
      Me mataste con el tema de la ciencia como parte del aparato opresor. ¿Desarrollarías esa parte?

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    2. Hola Fernando.

      Es más una deducción que una hipótesis formada.

      A lo que apuntaba, si mal no recuerdo, es al carácter amoral de la ciencia. El positivismo nos plantea una Fe ciega en la ciencia, la idea de que por medio de ella y el conocimiento humano vamos a ir directo a una sociedad más justa.

      Como dijo Fidel, la historia me absolverá, bueno, puede usarse en el sentido inverso, la historia también juzga, y nos ha demostrado que esta ilusión, tal vez bien intencionada es totalmente errónea. Es como se dice una herramienta, que esta en manos de las potencias, la ciencia es responsable de la bomba nuclear, es esclava también de la sociedad de consumo.

      Como ya dije, creo que es por su carácter amoral, sin ningún fin mas que ella misma, es reflexiva, porque es el mejoramiento de la técnica o el conocimiento en un área especifica, el conocimiento del cosmos poco beneficia a la humanidad en su realidad inmediata una vez que tenemos la habilidad de predecir asteroides, todo conocimiento mas allá de ese es hedonismo, algo que creo debe seguir haciéndose de todos modos.

      Veo a la ciencia como un poder, de la misma manera que un Estado puede usarse para reprimir la lucha social y abrirse de piernas al imperio, puede usarse también para apoyar esas luchas y plantarse frente al imperio. Es deber de las naciones que esa herramienta sea usada en su beneficio, pero creo que hoy en día no lo esta, todo lo contrario, es verdad que la calidad de vida de ciertos sectores ha mejorado, pero puede usarse para dar vuelta realidades y no lo hace.

      Arriesgándome a adivinar, digo que las mayores inversiones en investigaciones tienen que ver con el ámbito militar.

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